Para el Tao de la Medicina Tradicional China, el
Verano se corresponde con el elemento Fuego (en la M.T.Ch. hay cinco elementos
fundamentales: Fuego, Agua, Tierra, Metal, Madera; frente a los cuatro
elementos de la Magía Celta originaria en Europa y por lo tanto la más conocida
en Occidente)
El Fuego/Verano está representado en la MTCh por el
Corazón (el Maestro Emperador) y el Intestino Delgado (el Ser) Pero no sólo por
los órganos en sí, sino por las emociones hermanadas y por la energía que ambos
Órganos/Emociones controlan.
El Maestro Emperador/Corazón es el responsable, el
jefe de todo nuestro Ser/Esencia, controla todos los órganos y emociones,
incluyendo a la siempre esquiva y pizpireta mente. Poe ello dirige la actividad
mental y emocional y su armonía produce pensamientos claros, ilusiones
creativas, sueños maravillosos para realizar. Y un Corazón sano supone unas
emociones saludables y empáticas. Pero cuando reina la desarmonía, por ejemplo
en Verano cuando desconectamos con la rutina, cuando cambiamos de estancia,
cuando relajamos nuestra vida saludable por otra más estivalmente peligrosa,
surgen los pensamientos desorganizados, la mente se aturulla y la sensibilidad
sale a flor de piel descontrolada.
La lengua es la puerta del Corazón y su sonido es la
risa; de hecho el Tao enseña que la sonrisa es salud y la risa sanación.
Para la Tradición china de salud natural, en el
Intestino delgado está el Ser, el Espíritu de la persona, porque ademas de ser
el hogar del Segundo Cerebro (tan importante o más que el cerebro superior y
generalmente conocido) todo lo que somos y seremos, desarrollamos y
desarrollaremos depende de la absorción física y energética que se produce en
el Intestino delgado.
En el verano relajamos la dieta saludable de manera
que forzamos al Intestino delgado a un trabajo mucho más duro para asimilar
cantidad de nutrientes que, en realidad, poco aportan y claramente nos dañan;
de la misma forma, asimilamos emociones negativas (o al menos no positivas)
tomándolas como algo concatenante y relativas al momento que vivimos: el estío.
En cuanto a lo sexual, el Tao sexual sanador nos
muestra que el verano es un momento excelente para la aventura, el juego, la
diversión más natural y sencilla. Menos ropa, el calor, piel bronceada, días
más largos, noches tranquilas... Todo ello puede llevar a un aumento de las
sensaciones eróticas y a un crecimiento del deseo. Pero debemos ser conscientes
de que aunque el Sexo es la energía más fuerte del Ser, debe estar siempre
controlada por el Maestro corazón, y que el Intestino delgado deberá asumir las
sensaciones sexuales, de forma que éstas deberán ser divertidas y muy eróticas,
pero también controladas y conscientes.